Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver.– Tezonapa perdió a uno de sus grandes artesanos, pero ganó un legado cultural y ecológico que por más de 20 años construyó Don Joel Pazos Ruiz. Un legado que ahora continúa en las manos de su hija.
Desde joven, a don Joel le nació ‘el amor’ hacia los neumáticos viejos, quizá por ser chofer de camiones observó que todas las ruedas podrían tener otro fin adornando una casa y no en el basurero como se acostumbraba.
A los 50 años, ya no pudo continuar manejando autobuses, por lo que tenía que buscar la forma de cómo aportar dinero a su casa y revivió la idea que guardó dante décadas para reutilizar las llantas para adornos.
Su talento para hacer de un deshecho de la llanta una obra de arte y su sencillez por enseñar a las personas a seguir su camino, lo destacaron como un personaje dentro y fuera de México.
Su hija, Natalia Pozos Rosales recuerda que la obra más emblemática para su padre fue un jarrón de aproximadamente un metro con el escudo de la ciudad Córdoba, el cual construyó con una llanta de tractor.
“Su primera obra fue en 1988, se trata de un pequeño jarrón de dos orejas el cual sirvió de macetero. Me siento muy admirada del enorme cariño y lo que representaba para mucha gente. Tengo un grupo de Artesanos de Neumáticos de todo el mundo y muchos de ellos aprendieron viendo los videos de mi padre”, señala la mujer mientras les da forma a las llantas.
En un taller en el interior de su casa, Don Joel creó un sinnúmero de obras que recorren todo el país e inclusive en el extranjero; sus enseñanza las heredó a sus hijos, así como a decenas de personas que vieron en este oficio una oportunidad de trabajo.
“Hay un libro donde quedó plasmado un taller en colaboración con un museo de Cuernavaca El siempre esa fue su inquietud que más gente lo hiciera para ayudar al medio ambiente, pero generando empleo al mismo tiempo”, recuerda.
La Global Quality Foundation lo galardonó en el 2012 como artesano ecológico y lo puso al lado de grandes personalidades como periodistas de guerra y otros personajes a nivel mundial.
Con su arte, recorrió gran parte de México, participó en eventos a nivel nacional e internacional y fue motivo de grandes reportajes por hacer de un deshecho de una llanta grandes obras de arte, como maceteros y diferentes figuras que no sólo se mostraron en México si en países del medio oriente.
En su larga trayectoria como artesano impartió talleres en Monterrey, Chiapas, Villahermosa, Xalapa, Texcoco, Córdoba, en Poza Rica y otros estados de la república.
Su hija asegura que con esfuerzo pero dedicación seguirá los pasos que heredó de su padre, con el fin de que esta actividad no se pierda.